Testimonio de Pablo Berenguer:“Tras salir de la hermosa ciudad de Ávila, comienzo la subida hasta las colinas que la guardan. Hace frio ya en la madrugada, justo antes de que el sol empiece a hacer acto de presencia y asomen los primeros rayos.
Tras las mínimas ocho horas de caminatas diarias por monte y sendas llego a Gotarrendura, ciudad natal de Santa Teresa de Jesús , algo que se disputan varias villas de la zona para mí asombro.
Un pueblecito de tan sólo 160 habitantes y que casualmente están celebrando sus fiestas y a las que cómo no , terminan integrándome como uno más. La amable señora alcaldesa hasta llama a una vecina que accede a abrir y enseñarme el famoso palomar que nombra la Santa en sus escritos. Me muestra la casa y jardines de lo que fue la señorial casa de sus padres pero me siento un privilegiado cuando me ilumina y enseña tan famoso palomar al que tanto cariño profesaba en la distancia Santa Teresa.
Sigo hasta la antigua y señorial villa de Arévalo pasando por Tiñosillo , disfrutando del bosque de pinos más inmenso que he visto jamás y dedicado a explotación resinera en su mayor parte.
También pernocto en Medina del Campo y puedo admitir que sobre impresiona tanta belleza en sus calles, piedras y fachadas. No recorro ni una sola calle en la que algún centenario monumento me deje boquiabierto.
La vieja Castilla y León es preciosa, todos sus pueblos son el origen de nuestro país. Vuelvo a tener el privilegio de dormir en un convento, en éste caso el de los padres carmelitas descalzos, qué lujo...
En la puerta se conmemora con una imagen, el primer encuentro entre San Juan de la Cruz y Santa Teresa en 1567.
Sigo caminando entre poblaciones pequeñas y termino pasando por la localidad de Rueda de escasos mil trescientos habitantes y me llevo la sorpresa del día al ir reconociendo los nombres de las bodegas y vinos más afamados a nivel nacional e internacional. Mar de Frades, José Pariente, Ramón Bilbao y muchos otros similares.
Como no podría ser de otra forma y ya es una costumbre sigo encontrando a mi paso y en mi camino gente excepcional, altruista, buenas personas al fin y al cabo, sigo acumulando experiencias maravillosas en el trato con las personas de cada zona. En éste caso tengo el gusto de caer en Tordesillas donde me acoge un nuevo amigo. Antonio Gavilanes , hospedero en esa magnífica localidad para los peregrinos como yo, cansados, bajos de moral en algunos momentos. Pero una amena charla con ese tipo de entregados amigos a "sus" peregrinos no hace más que reforzar nuestros deseos de seguir adelante y luchar por llegar a la meta.
Gracias Antonio.
Inolvidable también el paso por tu magnífico pueblo bañado por las caudalosas aguas del Duero y tumba en vida de Juana I de Castilla (Juana la loca). Me quedo con ganas de volver y disfrutar de sus fiestas y el famoso toro de la vega tan controvertido para unos y tan adorado para otros. Desde épocas medievales sigue celebrándose pese a quién pese.
Termino la etapa de hoy miércoles en otro pequeño y coqueto pueblecito, el último ya de la provincia de Valladolid antes de mi llegada a tierras de Zamora...Ruinas de un pasado esplendoroso y campos de lavanda que lo circundan. Voy a disfrutarlo...
¡¡ Buen camino!!
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