Siguiendo con la figura del censor en Almoradí, algo de lo que ya os he hablado aquí, a la larga lista de películas y libros que no cumplían las norma "morales" de la época se unían un sin fin de canciones interpretadas en las obras teatrales y cuyo "doble significado" ponía en un continuo aprieto a la Dirección General de Cinematografía.
Era del todo inperdonable lo de que
"mi novio me pide una cosa que yo le puedo dar.
Yo le he dicho que esa cosa tan pronto no puedo dar,
pues se enseñaría al dicho de ¡dámela! ¡dámela!"
Pinchar sobre el documento para leer las letras de las canciones:
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