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FRANCISCO FOLLANA LÓPEZ: “UN EXTRAORDINARIO MAESTRO DE OBRAS, Y UN BUEN HOMBRE”.

(Artículo de Francisco Follana Blasco)

D. Francisco Follana López nació el 17 de enero de 1892, con domicilio en la calle Plaza y con número de placa catorce de esta Villa. Hijo del matrimonio formado por D. Francisco Follana Mazón, de profesión Maestro de Obras y de Dña. Modesta López Pérez, ocupando el tercer lugar en la línea sucesoria entre los hermanos/as (Josefa, Teresa, Francisco, Manuela y Manuel).
   
      A la temprana edad de siete años se queda sin madre y su  joven hermana Teresa se tiene que hacer cargo de toda la familia, ocupando el lugar de esa madre para todos sus hermanos/as pequeños.

      En la adolescencia se va como voluntario al ejército de la Marina en Cartagena, concretamente  como músico, formando parte de su banda militar como trompetista (según contaban era un virtuoso músico). Su carrera se ve truncada al poco tiempo a consecuencia de una trombosis que padeció su padre, donde un lado del cuerpo se le quedó paralizado. A raíz de este hecho, tiene que coger las riendas de la empresa familiar de construcción, contando  con escasamente veinte años.

     Coge el testigo de su padre como contratista de obras trabajando en obra pública para el Excmo. Ayuntamiento y realizando también obras civiles.
       
      “D. Francisco Follana Mazón (1861-1938), excelente Maestro de Obras. Fue contratado por el Excmo. Ayuntamiento de Almoradí, para ejercer como Maestro de Obras Municipal. Cogió el testigo en la apertura de nuevas calles, siguiendo las directrices que dejó el Sr. Ingeniero D. José Agustín de Larramendi. Además, de ejecutar obras civiles realizo innumerables públicas de distinta naturaleza para acondicionamiento del municipio”.


 El  18 de abril de 1917 se casa con Dña. María Engracia Mira Martínez, de cuyo matrimonio tuvieron seis hijos, todos varones (Francisco, Emigdio, Rafael, José María, Adrián y Alberto). Éstos, muy queridos y respetados en Almoradí por igual.
En el año 1919 ya es Maestro de Obras del Excmo. Ayuntamiento de Almoradí.   
Las funciones propias de su cargo, dentro del Excmo. Ayuntamiento, eran: la supervisión diaria de las obras municipales, la emisión de los presupuestos de dichas obras para su posterior subasta pública, la expropiación de solares para uso público y fijación de sus precios; la realización de los planos para las nuevas calles que se abrían del pueblo en sus diferentes ejidos, con su trabajo de replantear a pie de obra dichas calles, junto a la ampliación de las ya existentes etc…

Como funcionario público de máxima autoridad en materia de urbanismo, cuenta con la plena confianza del Sr. Alcalde en aquellos años, D. Manuel González Pérez. Realiza la expropiación de los terrenos privados hablando directamente con los propietarios y llegando a un acuerdo económico justo. Dichos terrenos son claves para llevar a cabo la ejecución de las infraestructuras públicas que convirtieron a Almoradí en un municipio moderno y de vanguardia  (Escuelas Nacionales, Cuartel de la Guardia Civil, Matadero Municipal y Hospital) en la década de los años veinte.

 Al mismo tiempo que trabajaba como Maestro de Obras Municipal, compaginaba esa actividad con la de contratista de obras, con su cuadrilla de albañiles.
Parte de trabajo en horas y coste de la obra realizada
D. Francisco Follana López, como contratista. 1950
Un 21 de octubre del año 1939 comienza la trayectoria como empresario. Empezó en un pequeño almacén, situado actualmente en la calle Santa Teresa, con la fabricación y venta de azulejos y baldosines, teniendo como socio a D. Francisco Díez vecino de Torrevieja. Éste último, ya era dueño de un almacén de materiales de construcción en la vecina población salinera.
Alta contribución industrial como empresario
en la venta de materiales de construcción. 1939.
       A finales de la década de los años cuarenta, D. Francisco Follana López le compra su parte a D. Francisco Díez, convirtiéndose en el dueño absoluto de la mercantil.

También, formó parte como miembro de la Junta de Sanidad Municipal muchos años.
Reunión Junta Sanidad 3-09-1927

 A  D. Adrián Viudes Guirao (1880-1973), hijo del III Marqués de “Río Florido”, dueño de la Hacienda “San Adrián”, le  compra D. Francisco Follana López, el 12 de agosto 1944, dos solares  que forman parte de dicha Hacienda. Uno de ellos, con forma de trapecio,  mide 22´16 m. en su base menor y 17´70 de altura, o  dicho de otra forma, 393´50 m2.; y el otro con forma rectangular  mide 8 m. en su base por 18 m. de altura, o dicho de otra forma, 144 m2., ambos por la cantidad de 600 Pts. ante el Notario D. Luis Navarro Iniesta.

 Al hilo de lo anterior, D. Adrián Viudes Guirao le ofreció, a la hora de comprar los dos solares, la posibilidad de comprar más terreno, justamente hasta la esquina de la actual vivienda de D. Víctor Rodríguez Vidal, diciéndole a mi bisabuelo textualmente: “Paco, tú sabes que conmigo no tienes ningún problema, me compras el terreno hasta donde te he dicho y me lo pagas cuando puedas o quieras”.

 Con la compra ya de los dos solares culminada,  se ejecuta el comienzo de las obras el 27 de Junio del año 1944, terminándose su construcción el 22 de Abril del 1945 con un coste total de 44.910,25 Pts. Dicho almacén estaba situado al principio de la calle Canalejas, permaneciendo abierto al público la friolera de cincuenta años.
El almacén de Follana al inicio de la calle Canalejas

     Quiero puntualizar a modo de referencia, que en la localidad años atrás ya existía un almacén de materiales (denominado depósito), pero realmente no llegaba al concepto real de almacén de materiales de construcción en palabras mayúsculas.

     Desde sus comienzos, ya estaban al frente tres de sus seis hijos: Francisco (mi abuelo), Rafael y José María, mientras mi bisabuelo, como ya he señalado anteriormente, alternaba su actividad profesional como Maestro de Obras Municipal en el Excmo. Ayuntamiento de Almoradí con el de ayudar a sus hijos en la gestión del almacén, y de contratista de obras. La mercantil contribuyó enormemente al sostenimiento de las economías de unas sesenta familias, directa e indirectamente, de Almoradí y pueblos limítrofes.

     Entre los innumerables planos que realizó en la década de los años cincuenta para el Excmo. Ayuntamiento de Almoradí, destaco alguno de ellos: 

Segunda ampliación cementerio 1955
Plano escuela El Raiguero de 1956


                                                                                 El 15 de julio del año 1960, estando de Alcalde D. Manuel Valdés Ibáñez, termina su labor como Maestro de Obras Municipal para el Excmo. Ayuntamiento de Almoradí. Después de más de cuarenta años al servicio de sus conciudadanos,  y con una edad de sesenta y ocho años.

FRANCISCO FOLLANA LÓPEZ, cómo era:

      Mi bisabuelo,  D. Francisco Follana López (1892-1972), al cual no conocí le profeso una gran admiración y afecto. Derivado en gran parte por la forma de ser que tenía, sobre la cantidad de anécdotas contadas sobre él por personas sin ningún vínculo familiar, y  su gran capacidad como emprendedor en aquellos años tan difíciles.

       Su carácter  fuerte y serio como los hombres de antaño, unido a varios grandes valores de los que no existe cosa material que los pueda comprar como: la de ser justo con todas las personas y con sus actos cotidianos de la vida, su  gran  vocación del servicio a los demás (se hacía aún más patente en aquellas personas con menos recursos económicos), su acentuada virtud de la honradez,  el  ser extremadamente minucioso con su trabajo desarrollado, y su comportamiento siempre ejemplar con su mujer, hijos y nietos.

       Se podía afirmar, sin margen de error alguno: “que su palabra valía más que su firma”.

        En los cuarenta y un años, que estuvo de Maestro de Obras Municipal (1919-1960) defendió los intereses del Excmo. Ayuntamiento de Almoradí por encima de cualquier circunstancia, reflejados en innumerables acciones que llevó a cabo con un expediente de servicio ejemplar.

       D. Francisco Follana López murió un 20 de Febrero del 1972, cuando contaba con la edad de ochenta años, en su domicilio situado al lado de las “Escuelas Públicas Nacionales”, actual calle Rafael Alberti. Rodeado de toda su familia, y llevando hasta el último instante de su vida el amor por su pueblo   de Almoradí.    Su biznieto, Francisco Follana Blasco le dedica:
 “desde sus más sinceras palabras, de cariño y admiración,
  este sentido reconocimiento, por el gran trabajo que realizó para su pueblo, que ha contribuido de forma enorme, ..a establecer urbanísticamente Almoradí, tal y como lo tenemos en la actualidad”.       









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