San Emigdio de la Iglesia de San Andrés, obra de Ponsoda |
Durante siglos se consideró
que el acontecimiento de un terremoto era un claro castigo divino. Por ello, no
es de extrañar que, ocurrido este, las autoridades religiosas organizaran
procesiones y rogativas llamando a la conversión, y en muchos casos, buscando
un santo protector.
En el caso de San Emigdio,
Obispo y mártir nacido en Ascoli (Italia), y uno de los muchos patronos abogado
contra los terremotos, sabemos que su patronazgo
comenzó a ser conocido en España en 1755, y que nuestra localidad, de manera premonitoria, fue pionera
en toda la vega baja al serle dedicado un Altar con Capilla propia, la primera de toda la Diócesis de Orihuela con
inequívoca devoción antisísmica, en septiembre de 1802*.
Esto queda además confirmado
por la Visita Pastoral llevada a cabo
por Félix Herrero, Obispo de Orihuela, entre los días 24 y 26 de febrero de
1829, y entre cuyo exhaustivo inventario figura un Altar dedicado a San Emigdio
que contiene “unas sacras con cruz,
candeleros, manteles, y sobreaxa de lienzo gordo; y una lámpara de latón
dorado.”
Tras la tragedia del seísmo
que arrasó completamente nuestro pueblo, ocurrida la tarde del 21 de marzo de
1829, los supervivientes, fieles al fervor de su santo protector a quien
imploraban su socorro, acudieron en masa con sus ofrendas para obtener una
nueva imagen a quien confiar su defensa. De esta manera, fue el artista
Santiago Baglietto (1781-1853), de origen Genovés pero afincado en Murcia,
quien realizó el encargo “con toda la
riqueza de perfección, estofa y dorado del trono que lo sustenta.”**. Imagen
que lamentablemente fue destruida en la guerra civil y de la que no conservamos
testimonio gráfico.
Pero no fue este el único gesto de fiel devoción a San Emigdio, ya que su nombre fue reservado para la rotulación de una de las principales calles tras la reconstrucción, la situada frente a la puerta principal dela
Iglesia de San Andrés. De la misma manera, comenzó entonces
una rogativa que, a día de hoy, sigue realizándose cada 21 de marzo.
Pero no fue este el único gesto de fiel devoción a San Emigdio, ya que su nombre fue reservado para la rotulación de una de las principales calles tras la reconstrucción, la situada frente a la puerta principal de
La calle San Emigdio en la actualidad |
*”…Se
construyó un primer Altar en la
Iglesia de San Andrés inmediatamente después de los temblores
sentidos en 1801, concretamente en septiembre de 1802. Unos años después, en 1813, se instala un lienzo de San
Emigdio en la Iglesia
de Torrevieja a la vez que se le nombra co-patrono”. ”Los terremotos alicantinos de 1829” de Fernando Rodríguez
de la Torre y “La
catástrofe sísmica de 1829 y sus repercusiones” dirigido por Gregorio Canales
Martínez. También "Almoradí en la edad moderna" de David Bernabé Gil y "Almoradí, un recorrido histórico" de José A. Latorre.
**
“La Enciclopedia ,
Revista Semanal” Año I Nº10 del 8 de octubre de 1888.
Artículo de investigación inédito
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