El pasado miercoles, 9 de abril, tuve ocasión de compartir una agradable tarde con mis buenos amigos Antonio González Lucas, Pep Beltrán (Cronista Oficial de Granja de Rocamora) y las alumnas del Instituto Mediterráneo de Estudios de protocolo de la Universidad Miguel Hernández.
Para ellas Almoradí era un pueblo totalmente desconocido, por lo que intenté acercarles nuestra particular historia; una historia que, por trágica, merece ser conocida.
Descubrieron así un trazado urbano con características únicas en el mundo, y especialmente, la historia de nuestra reconstrucción a partir de los escombros y las lágrimas de nuestros antepasados. El recorrido nos llevó desde los Ejidos, límites marcados por Larramendi, hasta el Teatro y la Iglesia de San Andrés.
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Estaría bien que se pudieran hacer esto tambien con los alumnos de colegios e institutos de Almoradí, saber nuestra historia nos puede aportar mucho y aprender de ella para mejorar.
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