La torre, construida con un tejado a cuatro aguas, se acabó en 1844 (foto 1) y conservó su aspecto hasta el terremoto de 1919, el cual afectó al cuerpo superior (foto 2).
A comienzos de 1926 (foto 3), bajo el mandato de Manuel González Pérez, se reconstruyó de nuevo dándole un aspecto totalmente diferente: se pintó en un llamativo color azul los huecos donde se situaba la campana pasaron a ser rectangulares y se decoraron sus aristas con unos pronunciados relieves ribeteados en blanco (foto 4).
La vieja torre fue finalmente derribada, con el resto del edificio, en 1980.
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