En la completa é interesante descripción que Figueras Pacheco hace en “Geografía del Reino de Valencia -1914)” de nuestro pueblo, destaca que tenemos “una importante industria representada por una fábrica de electricidad, dos de conservas, una de agramado de cáñamo y tres de harinas. El comercio cuenta con multitud de establecimientos. Hay cafés, fondas y paradores. El mercado es semanal y tiene lugar los sábados en la Plaza de la Constitución y calles adyacentes.”
Se conservan en la biblioteca dos curiosos programas de feria (fotocopiados) de los años 1930 y 31 titulados “Revista Gráfica” editados por la imprenta de José Alonso. Se da la circunstancia de que en abril de 1931 se inicia la segunda República (con la salida de España de Alfonso XIII), y los cambios en la alcaldía y nombres de las calles se reflejan también en dicho programa.
En ellos se incluye una guía comercial de la que he intentado, con mayor ó menor fortuna, hacer un pequeño seguimiento de algunos de estos establecimientos, la mayoría hoy desaparecidos, pero sorprendentemente, después de casi un siglo, muchos de ellos en activo.
Los años 40 y 50 (plena posguerra) fueron decisivos para convertir el comercio en parte de nuestra identidad, por lo que sólo he tenido que seguir el hilo que me ha marcado los programas de feria de esos años, hablar con muchos de nuestros mayores que lo vivieron, y poder hacer así un recorrido por la memoria de nuestras tiendas, posadas y bares.
Se conservan en la biblioteca dos curiosos programas de feria (fotocopiados) de los años 1930 y 31 titulados “Revista Gráfica” editados por la imprenta de José Alonso. Se da la circunstancia de que en abril de 1931 se inicia la segunda República (con la salida de España de Alfonso XIII), y los cambios en la alcaldía y nombres de las calles se reflejan también en dicho programa.
En ellos se incluye una guía comercial de la que he intentado, con mayor ó menor fortuna, hacer un pequeño seguimiento de algunos de estos establecimientos, la mayoría hoy desaparecidos, pero sorprendentemente, después de casi un siglo, muchos de ellos en activo.
Los años 40 y 50 (plena posguerra) fueron decisivos para convertir el comercio en parte de nuestra identidad, por lo que sólo he tenido que seguir el hilo que me ha marcado los programas de feria de esos años, hablar con muchos de nuestros mayores que lo vivieron, y poder hacer así un recorrido por la memoria de nuestras tiendas, posadas y bares.
CONTINUARA...
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