El agua cubre completamente los ojos del puente de piedra de la carretera de Algorfa a principios del siglo XX. |
Las riadas ocasionadas por el desbordamiento del Río Segura a lo largo de nuestra historia han sido continuas, y han supuesto en cada nueva ocasión un verdadero suceso dramático para un pueblo que, en su mayoría, dependía de la agricultura. Almoradí y su comarca han sido noticia con demasiada asiduidad por las riadas, especialmente a lo largo del siglo XIX.
El diario liberal “La Iberia” publicaba un extenso artículo el 26 de diciembre de 1871 informando que “el pasado 2 y 3 del presente mes se originó una gran inundación, estando las aguas cubriendo toda la huerta de la comarca durante más de cuatro días, dejando los márgenes del Segura totalmente destruidos, siendo los mayores daños ocasionados en el molino harinero del Azud de Alfeitamí, en el que se han quedado destruidas las obras de mampostería, y los de la Acequia del Río, cuyo acueducto ha quedado nivelado con las tierras que riega. También son graves los perjuicios ocasionados en el estribo izquierdo del Levante, del magnifico puente que en el término de Almoradí tiene el Segura, y que da paso a Torrevieja, al campo de Cartagena y a todos los pueblos del distrito de Dolores, presentando este portillo una longitud de 33 metros y toda la profundidad del fondo del río, quedando los habitantes de aquella hermosa vega amenazados de perder sus vidas y haciendas, a poco que aumenten su curso natural las aguas, ya que amenaza ruina con la caída del estribo.”
En octubre de 1879 volvía, tristemente, a sufrirse una riada en todo el Levante, conocida como la de Santa Teresa, y que ocasionó la muerte a cientos de persona en toda la huerta de Murcia. Aunque el agua no llegó a anegar nuestro pueblo, sí lo hizo en la mayoría de pueblos, especialmente Dolores. Según el periodista “Por el puente de Almoradí se vieron pasar los cadáveres de un hombre, una mujer y un niño; muchos animales de diferentes clases y una gran pesebrera agrícola de madera, a la que iban unidas, atadas con sus cuerdas, diez yeguas de labor.”
Lámina publicada el 30 de octubre de 1879 en “La Ilustración Española y Americana”
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El río rompió finalmente y todos los pueblos quedaron incomunicados. Un corresponsal del diario “El Liberal” se desplazó desde Torrevieja hasta la zona e intentó desde Rojales pasar hasta Almoradí: “La impetuosidad de las aguas me hizo retroceder hasta Formentera, donde el río sigue creciendo y se teme su desbordamiento. En Almoradí, completamente inundado, se están desarrollando escenas desgarradoras”.
Se da la circunstancia de que en 1898 llegaron a contabilizarse dos grandes riadas, en enero y noviembre, siendo ésta última especialmente dramática, ya que incluso se inundó parte del casco urbano. En efecto, en el diario “La Iberia” se informaba de que “la planta baja del hospital se encuentra totalmente anegada, y que los enfermos se han tenido que trasladar a la planta superior”. Recordemos que dicho edificio se encontraba situado en la actual calle Comunidad Valenciana, frente el Teatro Cortés.
La mayoría de pueblos de la comarca volvieron a quedar bajo las aguas, algo que, tristemente, volvería a repetirse a lo largo de todo el siguiente siglo.
FUENTE: "Sucesos de Almoradí" de José A. Latorre Coves
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