Hoy es

¿qué nos queda por perder? (3ª)

Tras este antiestético enrejado se encuentra "Andrea".

Debemos saber que las campanas son la única voz viva que queda del pasado, y que sus diferentes toques, la mayor parte desaparecidos o alterados según gustos personales, suponían un medio de comunicación valiosísimo capaz de transmitir con sus toques sentimientos.
Rebato, gozos, vigilias, nacimientos, defunciones...

“Andrea” guarda en su parte superior una inscripción en latín que dice:  “Resuena  su  eco  por  toda  la  tierra”,  pues bien,  debemos conseguir que el sonido de nuestras campanas, como patrimonio inmaterial, espiritual e histórico, quede salvaguardado para siempre. 
Creo que es el momento de valorar el importante patrimonio que tiene nuestra Iglesia, protegiendo lo poco que nos queda, y no permitiendo que decisiones arbitrarias consigan cambiar su aspecto original. 
El templo tiene la condición de  “Bien de Relevancia Local”, y en teoría, protegida su estructura arquitectónica, incluida su fachada y el órgano. 
Pero hay aspectos muy importantes que han quedado fuera y deben protegerse: imaginería y altares; pinturas, campanas, orfebrería, vestuario, archivos…
Si hay que rehabilitar, hagámoslo de la manera más fiel al original, sin alterar su esencia, al fin y al cabo se trata de un patrimonio de todos. 

   PRIMERA PARTE                   SEGUNDA PARTE 

Conoce más a fondo nuestra Iglesia en la primera parte de 
"Cuadernos de historia local":
                        
Del libro "Almoradí un recorrido histórico"
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