El bello Castillo de Montemar lo construyó don Joaquín de Rojas y Caniccia de Franci como regalo a su esposa Dª. Mariana Pascual de Bonanza y Soler de Cornellá.
Dicho castillo, más bien una casona, se levantó sobre una antigua atalaya musulmana utilizada como torre del homenaje, y se construyó con una clara influencia francesa -su forma y su patio de armas se copiaron de los castillos franceses, tras un viaje de su propietario por el Loyra-, así como sus tejados y torres que eran de pizarra francesa, no medievales.
La finca del castillo, situado sobre un montículo desde el que se ve perfectamente el mar -de ahí su nombre- era conocido como “La Pinada”, dado que un enorme bosque de pinos rodeaba la fortaleza. También una leyenda, al igual que ocurre con la finca de Las Bóvedas, asegura que un pasadizo subterráneo del castillo conduce hasta el mar.
La realidad es que en el periodo de la república, tras el convulso asesinato en una cantera de Algorfa del hijo del Marqués Carlos de Rojas (de lo que os hablaré en una próxima publicación), el castillo fue asaltado y quemado. Al finalizar la guerra civil, la familia de Rojas vendió la finca y el Castillo que contenía.Tras pasar por varios propietarios, finalmente fue adquirido en el año 1970 por sus actuales dueños, y objeto de una importante restauración que lo salvó de desaparecer, y lo adaptó interiormente como vivienda privada, uso que sigue teniendo en la actualidad.
Junto a Los Pinicos y a la Ermita este castillo, situado al sur del término municipal de ALGORFA ha sido, desde siempre, uno de los lugares tradicionales de merienda, y una de las siluetas más características de la comarca.
Excmo.Sr Don José Joaquín de Rojas y Caniccia di Franci.
Gran parte de la información aportada muy amablemente por Dª. María del Rosario de Rojas y Roca de Togores y
D. Javier Martínez y González-RamosImprimir artículo
Buenos días .Pero que malas son las guerras, no son capaces de frenar el odio y la venganza, maldita guerra. Me pareció muy interesante al ver que creo que la documentación presentada corresponde al familiar que yo conocí en el cementerio de Elche limpiando el recinto donde descansaban los restos de un ilustre familiar.
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