Don Víctor, un hombre bueno

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Esta misma mañana Víctor Rodríguez Vidal, ha recibido de manos de la alcaldesa de Almoradí, en un abarrotado y emocionado salón de Plenos, la medalla de bronce del mérito a la justicia de la orden de San Raimundo de Peñafort, concedida por el Ministerio de Justicia. Un merecido reconocimiento tras 43 años como Juez de Paz de la localidad, lo que le convierte en el más longevo de todo el país.
Quiero destacar que ya en 2010 el Ayuntamiento le concedía su más alta distinción, la de Hijo Predilecto (noticia publicada AQUÍ), título  que reconocía su servicio y dedicación, tanto al municipio como a sus vecinos durante los 45 años que había ejercido como médico-pediatra, así como los de juez de Paz, labor que ha continuado desempeñando hasta hoy.
Enhorabuena al médico de la infancia de tantos almoradidenses, a don Víctor, un hombre discreto, querido y bueno.
En cierta ocasión, y a propósito de su labor como pediatra le preguntaron por alguna anécdota. Esta fue la que contó: "Recuerdo el caso de una madre que me trajo a su hijo con un golpe en una rodilla. Comprobé que no existía fractura y le receté unos supositorios antiinflamatorios. A los cuatro días volvió pidiéndome otro medicamento porque su hijo no mejoraba por mucho que le frotara la rodilla con los "lapisicos esos". Tuve que explicarle cómo se administraban".


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