Nuestro vecino municipio de Dolores es uno de los
primeros en ver, por segunda vez, suspendidas sus
fiestas patronales en honor de la Virgen de los Dolores
(ya os hablé AQUÍ de las de 1925). El año pasado no
pudieron llevarlas a cabo debido a la DANA y este año
por la situación excepcional causada por la pandemia.
Resulta muy llamativo e interesante descubrir que otra
pandemia, en este caso la del cólera morbo de 1885, no
consiguió acabar con sus fiestas. Pero efectivamente, así sucedió y eso a pesar de que en otros muchos municipios -cómo el nuestro- sí se vieron obligados a suspenderlas. Seguramente porque ya a finales de septiembre la epidemia empezaba a remitir.
Para el que tenga curiosidad por conocer cómo se
vivieron las grandes “Ferias y Fiestas de Dolores” de
hace 135 años, os contaré que se celebraron los días
25 y 27 de septiembre, y que precisamente decidieron
celebrarlas “por la visible protección dispensada por la
Virgen a los habitantes de su municipio ante la terrible
epidemia y estragos causados”.
La Banda de Música de Crevillente fue la encargada de
inaugurar las fiestas con “himnos patrióticos” por las
calles.
La tarde del 25 tuvo lugar la procesión, cuya imagen
triunfal fue llevada en carro por una parte de la población.
Y cómo cierre de ese día se contó con una escogida
función teatral de una importante compañía lírica
llegada exprofeso. Casi nada.
El día 26 fue el previsto para entregar a los pobres “pan,
carne y arroz”, y por la tarde, de nuevo la Virgen fue
llevada en carro por el resto de la población.
El 27, día de cierre, de nuevo se contó con una solemne
función religiosa y los tradicionales fuegos artificiales que pusieron punto y final a unas fiestas un tanto agridulces.
Eso sí, tal y cómo aseguraba el cronista de la época,
"las vistosas fachadas de las casas adornadas e iluminadas a la veneciana, dieron un gran esplendor y realce a las fiestas".
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