A corta distancia, en el número 28 de la calle Infantes (actual Antonio Sequeros) se prendió fuego a una vivienda, y éste amenazaba con propagarse a toda la manzana de casas.
El alboroto fue general y rápidamente se tocó a rebato en La Iglesia, por lo que todo el vecindario que estaba en el festejo, se dirigió hasta la vivienda en llamas. Todo el mundo colaboró llevando cubos de agua, gracias a lo cual se evitó su propagación, aunque la casa quedó totalmente destruida.
Entre el numeroso público que ayudó en los trabajos de extinción estaba el Alcalde, Ricardo García, el abanderado de la Banda del Regimiento de Guadalajara que tocaban aquél mismo día y el empresario Adrián Viudes Guirao.
Por iniciativa de éste último se abrió una suscripción para socorrer a la familia que perdió todo cuanto tenía.
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