Una incomprensible norma que deja en la calle a asesinos y depredadores sexuales gracias a la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y a la aplicación inmediata por parte del Tribunal Supremo (¿era necesaria tanta prisa?)
Parece ser que no, al menos eso dice un Ex-magistrado (no dejar de leer el enlace).
¡Con un par de huevos!
Que sí, que seguro que la ley obliga a ello, que debemos entender que a pesar de haber sido condenados, en algunos casos, a más de mil años, salgan probablemente cobrando un subsidio y habiendo estado quince o veinte años como máximo en prisión.
Es una gran suerte, seguro que todos nos alegramos, que entre las víctimas del violador en serie Paco García Ribado o Pedro Luís Gallego no se encuentre una hija de ninguno de los magistrados que han votado a favor de la inmediata excarcelación.
Tampoco, al menos eso creo, ningún familiar de los quince magistrados del Tribunal de Estrasburgo aparece entre las 22 victimas del atentado de Hipercor, cuyo asesino Domingo Troitiño, condenado a 1118 años, está libre y a punto de recibir "merecidos" homenajes después de cumplir 26 años de condena.
No ser víctima o familiar de ninguno de estos asesinos y violadores debió ayudar a la hora de decidir su puesta en libertad.
Es difícil, imposible, ponerse en la piel de una de las víctimas de Hipercor, de la madre de Marta Obregón, asesinada por el violador del ascensor, o de cada una de las víctimas del terrorismo para entender lo que están sufriendo.
Mas allá de la humillación y la rabia, que en realidad sentimos todos, está el desamparo; y es que les han arrebatado el consuelo de verlos morir en la cárcel, para devolverles la pesadilla de que, en cualquier momento, podrán ver a su verdugo tranquilamente paseando por la calle, o peor aún, volviendo a matar.
Y tú ¿Podrías ver, cara a cara, al asesino de tu hija de nueve años?
Sí, definitivamente "están locos estos romanos..."
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