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Entrevista a Adrián Viudes

Los días 16, 18 y 21 de junio de 1968, a punto de cumplir noventa años, se le dedicó a don Adrian Viudes en el diario “La Verdad” de Murcia un amplio artículo en homenaje a uno de los más importantes empresarios murcianos, y desde luego, el personaje que más contribuyó a la modernidad de Almoradí, como ya expliqué  aquí.

Este es un resumen de la entrevista mantenida con el periodista murciano Manuel Carlés:

-Soy el segundo hijo del Marqués de RioFlorido, familia que tenia fincas dedicadas al cultivo agrícola y a la ganadería. A pesar de haber estudiado Filosofía y Letras decidí que podría ser comerciante ó industrial, y comencé a vender harina a comisión de una fabrica de Madrid, llamada “La Campanilla”, propiedad de un tío mío, Luís F. Guirao. Con la finca San Adrián, en Almoradí, recién heredada, tierra de viñas y naranjales, comencé el negocio de abonos químicos para la agricultura y la exportación de mandarinas, y ví que podría ser muy interesante el agramado del cáñamo.
Monté una agramadora mecánica, para ello me puse en contacto con un ingles, Mr. Bronton, y a consecuencia de la mecanización del cáñamo, puse motores de gas pobre, y con ellos, debido a la energía que me sobraba, comencé a dar luz a la fábrica y a la casa.
-Y así fue, don Adrián, como comenzó a crear lo mas difícil: riqueza
-Pensé que la gramiza podría dar gas, y así fue como, con el excedente de potencia, di luz por primera vez al pueblo de Almoradí. Más tarde quisieron la luz los de Dolores, pero visto que no era económico, compré la energía a Riegos de Levante, y de ahí surgieron las distribuciones eléctricas Sadrián.
-Había luz, pero no agua. Instaló usted fuentes y lavaderos públicos, y de las fuentes brota la idea de distribuir agua a las casas…
-No fue, en absoluto, negocio. Pero debo reconocer que el pueblo se mostró muy agradecido. En el homenaje que los antiguos alumnos del Liceo del pueblo hicieron a su director, hubo una mención espacialísima hacia mí.
-Y después?
-Después nuevo viraje mercantil, se me ocurrió vender automóviles, y conseguí la exclusiva de la casa Ford para Alicante y Murcia, después los “Lincoln” para toda España, y los tractores Fordson, pioneros de la agricultura mecanizada. Después la guerra, y con ella, la cárcel. Me encerraron primeramente en Totana y más tarde en el Campo de Trabajo de Orihuela.
-Y una vez terminada la guerra?
-Volví a mi puesto de trabajo, y ante la falta de automóviles, intenté la fabricación de un microcoche. No el “biscouter”, no. Lo queria de plástico, con criterio exportador, pero finalmente no se me autorizó.


Después seguirían muchos mas proyectos empresariales, que su hijo continuaría…don Adrián nació el 21 de diciembre de 1880 y murió el 11 de julio de 1973.

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