Ramón Martínez Rufete

Hoy, 18 de septiembre de 2014 a las seis de la tarde, será enterrado mi buen amigo Ramón Martínez Rufete.

Era, al igual que su hermano Luís, un gran amante de su pueblo, del que recopilaba absolutamente todo.

Gracias a una de sus grandes aficiones, la fotografía, solía recurrir a él para documentar cualquier publicación de este Blog. Su pequeño despacho, situado al inicio de la calle San Francisco, era un archivo de sorpresas....y guardaba verdaderas joyas sobre temas tan dispares como La Feria de la Alcachofa, Los Moros y Cristianos o el Club de Tenis. 

Le recuerdo buscándome con cualquier foto o documento que, apasionada y desinteresadamente, me entregaba para que compartiese con todos...y con su excelente memoria y caballerosidad.
Su vida, su historia, la escribió hace un par de años en un trabajo que tituló "Recuerdos y Viajes", del que me entregó una copia que guardo con todo el cariño.

Pero es que, además, ha estado vinculado a la mayoría de instituciones locales y ha sido parte activa y fundamental de las mismas: Semana Santa, Moros y Cristianos,  Casino, Iglesia, Club de Tenis, Ayuntamiento...sin olvidar el Teatro Cortés, un teatro que amaba...

D.E.P.

María Teresa Pertusa Rodríguez:
"UN AMIGO ESPECIAL RAMÓN MARTÍNEZ RUFETE: Adiós Ramón.
Es muy difícil decir adiós a una persona a la que tienes tanto cariño y con la que has compartido tantos momentos especiales. Trabajador, atento, bueno...Almoradí era su pasión. Nadie lo necesitó que no le ayudara. La parroquia, el teatro Cortés, Moros y Cristianos, (uno de sus fundadores), la Semana Santa (Presidente de la Junta Mayor de Hermandades durante más de doce años, puso las bases para afianzar, promocionar, engrandecer la Semana Santa con la creación del estandarte, la publicación de la revista, etc.)...Su trayectoria vital es irrepetible. Me demostró siempre su afecto y su confianza. Era un amigo especial, un referente, un ser irrepetible e intrínsecamente bueno. Cuando puso su confianza en mí para sustituirlo en la Junta Mayor, puso también en mis manos la responsabilidad, la implicación personal en la vida religiosa y parroquial en todas sus tareas. Se lo decía muchas veces en broma: Me has dejado el cargo y la carga. Él se reía. A Ramón le debo muchas cosas pero, sobre todo, la transmisión de su entusiasmo, de su dedicación a la Semana Santa y a la parroquia. Compartimos también la afición futbolística por el Madrid.
Ayer cuando me dijeron que había muerto, se me vino toda esa vida a mi mente y lloré. Mi nieta me preguntó por qué lloraba. Es por un amigo que ha desparecido, le dije. ¿Era un amigo especial, abuela?. Sí, era un amigo especial.
Le pido que rece por mí."

Andrés Oliver Arenas Hoy es lunes y el tren, el coche o el avión cumplirán con el odioso deber -hay que volver a la normalidad- de llevarse lejos el calor de los nuestros, aquellos con los que hemos compartido estas horas del adiós y la tristeza. Al leer tus líneas María Teresa dirigido a Ramón, mi suegro (también mi amigo, el mejor sin duda), ha sido inevitable que entre tantos recuerdos acumulados a lo largo de cuatro décadas, acudiera también a mi memoria el de aquel curso universitario que los tres compartimos hace 14 ó 15 años, cuando dos o tres veces por semana cargábamos "el peugeot" con más ilusión que años y nos lanzábamos al asfalto camino de San Vicente, en busca de actividades que nos alejaran del tedio y la monotonía. Una imposible redacción de "El dinosaurio" de Monterroso, la locura laberíntica de una hoja de cálculo o el acercamiento a la música clásica...¿qué más daba? : la ilusión -o la inconsciencia- podía con todo. Él, el primero, siempre porque...¿cuando el carné de identidad supuso un obstáculo para que Ramón iniciara cualquier empresa que se le pusiese por delante? Hoy queda un sillón azul, vacío, junto al mirador luminoso desde el que se divisan cercanos, la plaza y un parque que desbordan vida en la risas y en los juegos de esos pequeños que acaban de iniciar las suyas. El interior de la casa ya demasiado grande, casi desierta ahora sin el ajetreo de las últimas semanas donde se multiplicaban compañía y cuidados, es la viva imagen de la desolación y la tristeza...como esos espacios donde la fiesta ha llegado a su fin. Aún en casi tu inmovilidad y en tu casi silencio últimos, has sido el faro incombustible que has guiado a tu numerosa familia, el cobijo donde todos nos sentíamos más seguros por el solo hecho de tu presencia cercana. Toda mi gratitud por haberme dado la oportunidad de acogerme como uno más de los tuyos y los años felices que hemos compartido con tu compañía. Ha amanecido un lunes gris que pone punto final al verano; a otro verano. Llueve. Y me temo que, cuando anochezca, no habrá estrellas en el cielo que nos ofrezcan su tenue luz y calor, el cobijo que mitigue la orfandad en que nos ha sumido tu ausencia definitiva.