Francisco Díaz Hernández, conocido por todos como “Paco el Erre”, nació en Almoradí el 16 de diciembre de 1910.
Muy poco asiste a la escuela, teniendo como maestro a don Gregorio.
Habita en una barraca en el callejón de La Mota de la acequia Mayor, en donde su madre tuvo quince hijos. Su juventud la pasó a trancas y barrancas por tener una dolencia en la columna vertebral, pero a los 21 años es operado, convirtiéndose en un hombre con una fortaleza que asombra a conocidos y extraños.
Ya a los 19 años quiso marchar en una expedición que comandaba el indio Félix Cardona al río Amazonas, siendo reclamado por su familia desde el mismo puerto de Cádiz, donde estaba a punto de embarcar.
Gran deportista, intervino simultáneamente en carreras pedestres, boxeo y ciclismo, siendo además un aventurero que se vio inmerso en numerosas anécdotas.
Paco Mira relataba de él hace unos años que el “Sansón de Almoradí” mantuvo una lucha en el interior de un pozo con una culebra de tres metros que logró estrangular, y que el día de San Juan, en la Inquisición de Rojales, se metió ante el asombro de todos en la cueva de la “Encantá” con intención de romper el encanto (algo que, presumo, no logró).
Decía tener un estómago casi metálico y carecer de los sentidos del gusto y el olfato, por lo que era capaz de comer, ante el asombro de muchos: lagartos, culebras, ratas…
“Paco el Erre”, genio y figura.
¿Quien lo recuerda?
Recuerdo perfectamente " al tio Paco". Vivió en todos los años que yo lo conoci en la que era Calle Ruiz de Alda y tenia un garage de arreglo de bicicletas, su mujer Rosario y su cuñada Maria, vivian los tres en compañia de sus hijos Joaquin ( fallecido), Paco, el mayor y José que actualmente tiene un bar enfrente de esa casa que vivian. Mis padres vivian enfrente, de forma que habia mucha relación y amistad. Era una persona noble, honrada, con una humanidad increible, buena gente.Como anecdota, contaré que en esa época, se pasaba mucha necesidad hasta de comer. Un dia, según contaban, el tio Paco el Erre, se encontraba en el cementerio de Almoradi (actual Cruz de los Caidos), subido al tejado de una casilla, para alcanzar un melocotón del árbol melocotonero que alli habia, el tejado cedió y el tio Paco, tuvo la mala suerte de caer dentro de la casilla ( en esta época habia mucha superstición), entonces se puso a gritar y decia " mamasica sacarme de aqui que sólo era para probarlos". Gran persona y muy querida por mi, un abrazo donde estés.
ResponderEliminarComparto en todo lo que dice José Javier. Efectivamente, esa anécdota del Cementerio Viejo también se la escuché a mi abuela, con la que conviví muchos años de mi juventud y eran vecinos ( la segunda casa después de la de Paco el Erre). Por esa circunstancia puedo decir que le conocí mucho, a él y al resto de su familia.
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