Las Campanas de nuestra Iglesia



Con el saqueo de nuestra Iglesia en la Guerra Civil, se arrojaron las cuatro campanas a la Plaza. Las otras tres, que no pudieron recuperarse, eran la Campana de “Vigilia”; la Nueva (se había instalado después de los terremotos de 1919); y la pequeña, llamada del Cristo de las Campanas.
Andrea quedó clavada en el suelo, sin romperse ni agrietarse, e inclinada, y sirvió de escondite donde jugar los niños. 
Finalmente fueron llevadas a fundiciones de Murcia y Águilas, con idea de fundirlas para ser utilizadas como material bélico, aunque nuestra campana “Gorda” se libró de tan triste final y se recuperó, una vez acabada la guerra, en Puerto Lumbreras. 
Para ello tuvieron que desplazarse en un par de ocasiones el entonces párroco, don Francisco Bernicola Ruiz en compañía de Jesús Mellado, y después de demostrar las características de la campana, les fue devuelta. 
Se volvió a instalar en su actual ubicación en la Feria de 1940.
Actualmente, existen cuatro campanas: 
La citada Andrea, que pesa 1200 kg. y que asoma a la fachada principal, la de los santos Abdón y Senén, que pesa 700 kg y mira a la casa parroquial (en el otro campanario, la que acompaña al reloj, tiene el mismo nombre pero nada tiene que ver); la de San José, que pesa 400 kg y mira a mediodía; y la del Cristo de las Campanas, en el lateral que mira al Sagrado Corazón.

1 comentario:

  1. Anónimo4:27 a. m.

    Lo que da asco es ver esas rejas palomares en el campanario. Esperemos que las autoridades eclesiásticas actuales decidan quitarlas

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