El Gran Hotel Clavel, Posada La Huertana o la de "San José de la Montaña"...hubo un tiempo -hablo de las primeras décadas del pasado siglo- en los que viajar se convertía en una odisea y era imprescindible hacer noche, entonces no se viajaba por turismo. De ahí la enorme cantidad de posadas y hostales con "habitaciones espaciosas y ventiladas", muchas de ellas con cuadras para los animales. Además, algunas especialidades médicas tenían su consulta un día a la semana -desplazados desde la capital- en los propios hospedajes.
Eran otros tiempos...
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