Lo que hoy conocemos como Barrio de San José Obrero - y también como “La Erica”-, fue durante siglos una diseminada y pequeña fila de humildes barracas levantadas junto al trazado del antiguo camino de Orihuela. Es con esta denominación, la de “Camino de Orihuela” como aparece en los diferentes censos de vecinos y contribuyentes hasta finales del siglo XIX.
Ya en la primera década de la siguiente centuria es cuando comienza la verdadera expansión del barrio cuyo desarrollo es consecuencia de diferentes factores. Por una parte, el gobierno pone en marcha la construcción de la nueva carretera “de tercer orden” a Orihuela -la misma por la que hoy circulamos aunque ya sin su característica arboleda- y por otra, se construye también la fábrica de conservas de los Hermanos Díez -más tarde de Palmer- y el nuevo edificio del matadero municipal, inaugurado en 1929. Por entonces, según el Nomenclátor de 1930, en La Erica existían 42 viviendas de una planta y 10 barracas, y estaba habitada por unos 200 vecinos.
La fotografía aérea que acompaño, tomada precisamente en 1929, muestra claramente el antiguo trazado del camino a Orihuela -marcado en color azul- con la recién construida carretera, la fábrica de conservas vegetales y el Matadero Municipal.
Y una curiosidad más, aportada por los mayores del lugar; la palabra “Erica” con el que comenzó a llamarse a la pedanía a partir del inicio del pasado siglo, en realidad, es solo un diminutivo -algo muy común por aquí- de una Era de trilla que durante muchos años existió muy cerca del matadero.
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| Magnífica vista aérea de 1929. En el pequeño grupo de casas situado frente a la fábrica de conservas existió un primer matadero. |
Fue en 1966 cuando un numeroso grupo de vecinos -entre otros el párroco de La Cruz don José Galiana y el alcalde pedáneo Pepe Martínez García “el cojo” (que además sería nombrado primer Presidente de la Comisión de Fiestas)- decidieron organizar la suya propia, ya que hasta entonces solían celebrar la de la cercana Cruz de Galindo. Para ello decidieron comprar una imagen en Valencia y un estandarte -previa colecta de todo el vecindario- y construir para su culto una Ermita. El inmueble, de minúsculas dimensiones con cubierta a dos aguas y teja alicantina, fue rematado con un pequeño campanario y ha sido utilizado hasta hace tres años.
Pero ¿Por qué precisamente San José Obrero? Seguramente debió parecerles el más apropiado ya que tan solo diez años antes, en 1955, el Papa Pío XII lo había nombrado Patrono del Trabajo, especialmente de los obreros. Y además, una coincidencia que sin duda ayudó a su elección, el nombre del Párroco de La Cruz era -lo han adivinado- el de José....
Y así fue como hace exactamente cincuenta años, la Comisión de Fiestas creada para la ocasión imponía la banda y corona a las primeras Reinas y Damas, se organizaba una Ofrenda de flores y frutas al Patrón, se celebraba una solemne Misa -previo traslado de la imagen a la Parroquia de la santa Cruz fundada sólo un año antes- así como su posterior procesión por la barriada, aunque para ello tuvieron que pedir prestadas las andas (a la Hermandad de San Juan el primer año y a la del Cristo de las Campanas el segundo) hasta conseguir las suyas propias.
Ya nunca faltaría del guión de festejos la tradicional y multitudinaria “Verbena Popular”, casi siempre amenizada aquellos años por los Umal, Averxion Show o Ford Kafres, el fin de fiesta con el “Gran Castillo Aéreo de fuegos artificiales”, y sobre todo, la ilusión y entusiasmo de un Barrio que ha sabido mantener viva, a través de los años, una gran devoción a su Patrono y a sus Fiestas, las de San José Obrero.
Felicidades por vuestras Bodas de Oro.
Agradezco a la Comisión de Fiestas su invitación para colaborar con este artículo sobre el origen de la festividad de San José Obrero en la conmemoración de su 50 aniversario.
José Antonio Latorre Coves
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