Era habitual que éstos mercados se celebrasen en calles y plazas, siempre cerca de acequias y arbolado, pero en 1947 salió una Orden Ministerial en la que se prohibió, obligando a hacerlo en lugares cerrados con control de entrada y salida, para poder reconocer el ganado. El estado se comprometió a subvencionar una parte de los gastos de las nuevas construcciones y los dividió en cuatro categorías: Nacionales, Regionales, Comarcales y Locales.
Tuvimos la suerte de contar con un gran veterinario municipal, Gaspar Quiles Mora, que pronto solicitó ayudas para la construcción de un nuevo mercado, y lo hizo para la categoría REGIONAL.
Para obtener esa categoría era necesario que se celebrara, como mínimo, cada 15 dias (aquí era semanal, igual que los martes en Orihuela y jueves en Murcia). En segundo lugar el ganado debía ser comercializado fuera de la comarca, y este era el caso de Almoradí, por lo que finalmente obtuvo la categoría de Regional.
En cambio, y no les sentó nada bien, Murcia y Orihuela se quedaron como Comarcales, y protestaron reiteradamente, pero se demostró que solo nosotros cumplíamos con la normativa.
Orihuela vendía corderos para los mataderos de la comarca y Murcia era de vacas de leche para abastecer las vaquerías del entorno. En cambio, aquí era principalmente de cerdos, en particular de lechones, y se destinaban a toda España.
La subvención fue de un millón de pesetas, de las de entonces, y sirvió para la construcción del nuevo Mercado (del que ya os hablé AQUÍ); algo que, con el tiempo, acabó por desaparecer.
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