El hecho principal que desencadenó su enorme popularidad fue la obtención y la llegada de reliquias de los mártires al monasterio de Santa María de Arles-sur-Tech, en el Rosellón. Actualmente en la capilla de los Santos del monasterio se admiran sus bustos, elaborados en plata en el siglo XV, que contienen las reliquias de los santos. Aún, un sarcófago que contuvo las preciosas reliquias despierta todavía hoy la admiración por destilar prodigiosa y continuamente agua cristalina.
A partir de la llegada de las reliquias a dicho monasterio, las traducciones de su pasión, a menudo, incluyeron la descripción de la llegada de las mismas a Arles. Por poner solo un ejemplo, en tierras valencianas una de las primeras publicaciones fue la del humanista Juan Bautista Anyes (1480-1553) con su obra: "La vida, martirio y traslado de los gloriosos mártires y reales príncipes Abdón y Senén, abogados de los labradores contra el granizo y la tempestad".
Dada la especial relevancia de las reliquias de estos santos mártires, y tras un viaje realizado por la Peña Huertana al monasterio de Arles-sur-Tech en 2013, se iniciaron trámites para su obtención por parte de los sacerdotes de la parroquia, algo que actualmente continúa en proceso. Las que se han conseguido, de manera provisional, han sido cedidas por un particular de la cercana población de Biar.
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