Posiblemente, la fugaz visita
a Almoradí de su Alteza Real doña María Isabel de Borbón y Borbón, conocida por
todos como “La Chata ”,
hermana del Rey Alfonso XII, sea una de las crónicas más desconocidas y
divertida de nuestra reciente historia.
Pero, efectivamente, el 24 de
julio de 1907 el telégrafo anunciaba, a las cinco y cuarto
de la tarde, la salida de Torrevieja del cortejo de la popular Infanta, donde había estado realizando una corta visita turística, con destino a la capital, Alicante.
de la tarde, la salida de Torrevieja del cortejo de la popular Infanta, donde había estado realizando una corta visita turística, con destino a la capital, Alicante.
Desde las tres de la tarde
las diferentes comisiones invitadas por nuestro Alcalde, Ricardo García Alonso,
el Ayuntamiento en pleno, Clero y una inmensa multitud, que ansiaba la llegada de
la Infanta , se
encontraban en las afueras del pueblo.
No se escatimó en gastos.
Las dos bandas de música
locales “La Infantil ”
y “La Primitiva ”,
uniformadas y colocadas en correcta formación, esperaban la llegada de su
Alteza para romper en acordes la Real
Marcha.
El pueblo entero participó de
tan magno acontecimiento con el adorno de sus fachadas, las cuales fueron
cubiertas de damascos, flores, banderas y gallardetes. A todo esto, el Casino
engalanó también sus balcones con ricas colgaduras de terciopelo, adquiridas
para la ocasión, en cuyo Salón Regio esperaba la elegante comisión de señoras
encargadas de saludar a la
Infanta , luciendo sus mejores galas.
El Paseo y las principales
calles fueron limpiadas cuidadosamente y rociadas con agua para evitar que se
levantase polvo. Faltaban pocos días para el inicio de la Feria , por lo que fueron
adelantados los trabajos de colocación de arcos, banderas é iluminación.
La ocasión lo merecía.
El propio edificio de la Casa Consistorial , y según
cronista de la época, “lucía ordenado, y
su aspecto era el de un Edén desde el zaguán hasta el salón, con una escalera
donde se confundía el mirto, la palmera, el jazmín y la rosa”, y en su
salón de plenos se preparó un magnífico banquete, digno de un Rey, mejor dicho,
de una Infanta.
Para no alargarme, contaré
que el párroco don Pedro Penalva también quiso participar de tan magno
acontecimiento, por lo cual la
Iglesia lució espléndida y con sus puertas abiertas, y se
colocó un rico almohadón de terciopelo con el escudo Real, elaborado por manos
artesanas, al pie del Altar mayor, por si la Infanta tenía la necesidad de orar.
Solo faltaba su llegada.
Después de tres largas horas
de espera, y con un calor sofocante, propio de finales de julio, las campanas
anunciaron la llegada de Su Alteza Real en un automóvil cubierto. Gritos,
aplausos, el público vitoreando sin cesar y agitando los banderines repartidos
para la ocasión…y las bandas de música, manteniendo la compostura como podían e
iniciando la ejecución de la Marcha Real.
El automóvil, por fin, se
detuvo a la altura del comité de bienvenida, el cual fue recibido por el
Alcalde que saludó a su Alteza Real a quien invitó a visitar nuestro pueblo con
un breve, solemne y emotivo discurso, preparado para la ocasión, que fue
escuchado atentamente por la
Infanta.
Me gustaría contaros otra
cosa, pero lo cierto es que, muy educadamente, se disculpó porque llevaba
muchísimo retraso en el viaje, tenía que estar a las ocho en Alicante y pasar
por Elche, así que se limitó a dejar una buena limosna para los pobres y…salió
cortando.
Las campanas enmudecieron. Todos
enmudecieron, incluido el Alcalde.
El séquito continuó su
vertiginosa carrera en dirección a Dolores, donde al parecer sí tuvo unos
minutos, escasos, para visitar la
Iglesia de Nuestra Señora de los Dolores.
¿Y…?
Pues poco más, ya sin ninguna
prisa, la comitiva se volvió decepcionada, acalorada y hambrienta por donde había venido,
dispuesta a tributarle los honores correspondientes a la mesa con el refrigerio
preparado, ante la ausencia de la
Infanta.
Comisión municipal, Clero en
pleno, invitados y bandas de música, hicieron un alto en la puerta del Casino,
situado entonces a mitad del primer tramo de la calle Tomás Capdepón (el actual
estaba en construcción), para recoger a las engalanadas, y muy desesperadas,
señoras encargadas de saludar a la
Infanta , y todos juntos se dirigieron al Salón de plenos
municipal dispuestos a acabar cuanto antes con la bochornosa situación, y de
paso, con la Real
merienda.
Nadie se acordó del pobre
campanero que, a la entrada de la ilustre comitiva en la plaza, tenía orden de
repicarlas, como inoportunamente hizo, por lo que uno de los coadjutores tuvo
que salir en desbandada a enmendar el descuido.
Días después, a la vez que el
viaje de la Infanta
llegaba a su fin en Valencia, nuestra Feria comenzaba. Lo hacía con el
lanzamiento de vistosos globos aerostáticos y con el divertido recuerdo de la
fugaz estancia de la Infanta
en Almoradí, al que se añadía la crítica de muchos.
-¡Pero hombre de Dios! ¿Cómo se les ocurre publicar un
Bando y organizar todo esto sin estar seguros de su parada?.
Como podéis imaginar, no se habló de otra cosa en las carreras de
cintas; ni tampoco en los bailes del Casino, donde cada día, y a petición de una
irónica juventud, daban comienzo con la Marcha Real , algo muy oportuno
para sacar a bailar a las mozas, siempre bajo la atenta mirada de sus madres,
con un recurrente:
-¿Desea bailar Su Alteza Real?
PUBLICADO EN EL LIBRO DE FERIA 2014
PUBLICADO EN EL LIBRO DE FERIA 2014
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Candela Sansano:
ResponderEliminarQué bien lo has contado, y que rato tan ameno he pasado leyéndolo.
Buenísimo relato.
Gemma Ortuño Trigueros
ResponderEliminarMuy buena y divertida crónica.
Otra vez como Bienvenido Mr.Marshall, que buena película, con Franco pasó algo parecido, ¿No?. En fin ellos se lo perdieron.
ResponderEliminarAlberto Berenguer Ferrández:
ResponderEliminarCuando he recogido el libro, lo primero que he hecho ha sido buscar la historia de este año de "LaTorre". Me ha encantado. Simplemente gracias por labor que haces. Excepcional.
Fina Roca Gil:
ResponderEliminarYo tambien te doy las gracias por tu tiempo y dedicacion a la hiatoria de nuestro pueblo.Sigue asi ¡Campeon!,un beso
Noelia Mata Clemente:
ResponderEliminarFELICIDADES y GRACIAS José Antonio por acercarnos la historia de nuestro querido pueblo.
Muy buen relato. Magnifica forma de conocer la historia sin que te resulte empalagosa. Te pongo matricula. Sigue asi!!.. Felicidades!!!..
ResponderEliminarAsuncion Gutiérrez Follana:
ResponderEliminarMe recuerda a " Bienvenido Mr Marshall!!!!". Al final se lo tomaron a cachondeo, fue lo mejor q pudieron hacer!!!!
Enhorabuena José Antonio por todo lo que haces por el pueblo y su historia. Sigue así!!
ResponderEliminarMe gusta mucho ,pienso que no supo apreciar lo que el pueblo se volco en complacer su corta visita, ella se lo perdio ....
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