La PRIMERA COMUNIÓN

Años 50

"Aquella mañana, al abrir los ojos y ver mi traje de marinero, desapareció el pequeño demonio con cuernecitos y tridente que había estado revoloteando toda la noche por mi habitación. Era el gran día.
Estaban todos los regalos: cuentos, balones, un misal con las iniciales en oro y no se cuántas cosas más. Mi madre me recordó que no debía comer ni beber  nada antes de comulgar.
Nos arreglamos, y al segundo toque para misa ,salimos camino de la Iglesia. Ya desde la entrada se oía la música celestial. Hubo misa, Sermón y Comunión.
Una vez en casa, familiares y amigos dieron cuenta de todo tuipo de aperitivos y dulces caseros. Por la tarde fuimos al Cine Miravete. Al salir, la noche se había apoderado del pueblo y la humedad penetraba por las baldosas oscuras, de mañana inmaculadas.
Al acostarme, cuando estaba durmiendo, sentí el beso mudo de mi madre que me transportó al país de los sueños..."

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Gracias a Antonio González Lucas por tus entrañables recuerdos de infancia.