Pero hasta entonces ¿dónde eran enterrados nuestros antepasados?
Pues justo en el lateral de la antigua Iglesia, hoy parte de la calle Purísima e inicio de Larramendi, ya que lo habitual era el entierro ordinario, que se realizaba en el “cementerio de la Iglesia situado en un lateral al pie de la torre y cercado por una valla.”
Pero no siempre era así.
Todos los que se lo podían permitir, generalmente pedían ser enterrados con un hábito, principalmente y por razones evidentes, el de la Orden de San Francisco de Paula, aunque también eran muy habituales los de la Virgen del Carmen.
Los más pudientes pedían ser enterrados dentro de la propia Iglesia en alguna de las Capillas existentes, sobre todo, “en la bóveda de la Capilla de Nuestra Señora del Rosario”, algo mucho más común de lo que pudiésemos imaginar.
Otros, en cambio, preferían ser sepultados dentro de la Iglesia del Convento de San Francisco de Paula, como demuestra el documento que acompaño.
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Dani Kanelo Ferrández:
ResponderEliminarcostumbre que en Galicia todavía se mantiene en muchos pueblos, pero claro, pueblos de 60 o 70 habitantes... Las condiciones de salubridad de enterrar a tanta gente en el caso de pueblos grandes obligó a trasladar los cementerios