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| Diario INFORMACIÓN Abril de 1972 |
Almoradí no se distingue precisamente por valorar la labor de nuestros más ilustres paisanos. La reciente muerte de Luís Martínez Rufete me ha hecho ver con claridad lo poco dados que somos en la actualidad a reconocer y homenajear a nuestros personajes ilustres (quizá con la excepción de don Víctor como hijo predilecto).
Y digo en la actualidad, porque si buscamos en hemerotecas
de los años sesenta y setenta descubriremos un listado de actos envidiable; el
propio don Luís Martínez recibió un gran
homenaje en el Hotel Berlín de Torrevieja en abril de 1972, organizado
por el Ayuntamiento y encabezado por Antonio Alonso, en agradecimiento por su
fecunda labor como Alcalde. Un joven Vicente Fernández “El Caracol”, en 1964,
lo recibía en el Casino de Almoradí, y lo mismo ocurría en 1973 con el director
de la Unión Musical
El listado es enorme: doña Amparo Quiles, en 1953; don Gregorio Martínez Blancas en 1960; el
profesor Antonio Sequeros en 1968; los humoristas Paco y Manolo en 1972…
Pero después, nada. ¿Para cuando una calle a Vicente Fernández “El Caracol”, a Jesús Amorós “el gran Cugatti”, a doña Soledad Mira “La Comadrona ”, o a Joaquín Galant Ruiz, uno de los nueve diputados alicantinos que sufrió el secuestro del
congreso el 23 de febrero de 1981(y que, curiosamente, sí la tiene en
Alicante)?
Me consta que el archivo personal de Luís Martínez Rufete, importantísima
fuente de documentación local, va a formar parte del archivo municipal por lo
que, seguramente, pronto llegarán reconocimientos, grandes palabras y honores,
pero… ¿no es demasiado tarde?
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