Publicado el 30 de julio de 1920 en el periódico semanal “ECOS”
La aserradora , situada frente al Cuartel |
“Llegamos por la carretera de la Estación a la importante fábrica de aserrar madera de D. Amador Martínez, al que encontramos dirigiendo las faenas de más de una veintena de operarios de su casa.
Amplio local de construcción moderna, resultaba incapaz para albergar la enorme cantidad de madera que, abarrotada en el interior, dificulta las operaciones de los trabajadores. A ambos lados de la puerta de entrada y en grandes montones junto al camino, vimos desalmacenadas las últimas partidas de madera que aguardan turno para ser convertidas en material apto para la fabricación de cajas de envases, que es el principal negocio de esta casa, que por su excesivo trabajo no puede dar abasto a sus clientes.
Entretenidos en estas faenas escuchamos en el despacho el tintineo estridente del timbre del teléfono al que acudió el amigo Amador.
De la fábrica de los Sres. Hijos de Chapapria le llamaban para ultimar el contrato de varios miles de cajas para conserva de melocotón, y nos supo admirablemente la coincidencia, ya que estaba en nuestro programa visitar la fábrica más importante de la provincia en esta determinada clase."
"Gustosamente aceptamos la invitación de los hermanos Chapapria, y nos desplazamos, con su tartana, llegando en unos minutos y bajo un calor asfixiante a divisar la chimenea de la fábrica* y al momento apareció ésta a nuestra vista, espaciosa y rica de líneas, rodeada de una vegetación exuberante, y a unos metros de la estación de Almoradí-Dolores de la línea de Albatera a Torrevieja.
Pasamos hacia el interior y allí tuvimos el gusto de conocer a don Julián, gerente de la casa que nos distinguió atendiéndonos y ofreciéndose para acompañarnos a conocer la fábrica. Fuimos admirando los diversos departamentos del edificio que está montado con los últimos adelantos y su completo perfeccionamiento es el sueño de sus dueños.
Las salas destinadas a las varias operaciones de la fruta, son altas, ventiladas y por ende higiénicas, y muy bien atendidas. En el departamento de máquinas y junto a un poderoso motor a gas pobre nos presentaron al encargado, muy atento y correcto, que nos ilustró sobre la distribución de fuerza motriz con gran lujo de detalles.
Cuando al salir me dijeron que era don Vicente el mayor de los hermanos Chapapria, me expliqué la competencia y a la vez la sencillez de estos señores que mezclados entre sus permanentes mas de 300 operarios de ambos sexos, han elevado con su trabajo, tenaz y honrado, su fábrica a primer centro de la Industria Conservera de la Región. “
*La fábrica estaba situada donde hasta hace poco estaba Transportes Emilio Hernández, junto la Autovía, y se llegaba por el camino de “La Tejera”, precisamente, por ser ésta, anteriormente una fábrica de Tejas.
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