Su hijo Javier, segunda generación, al volante del "biscouter"
Ficha técnica del vehículo, aparecida en el libro "Microcoches Españoles" de Miguel Pascual Laborda
Con 25 años y ante la falta de medios para poder comprarse un coche (estamos en 1954), Javier Ribera decide construirse uno él mismo y ponerse como meta que le sirva para su viaje de novios.
Trabajando al finalizar su jornada y hasta bien entrada la madrugada, los domingos y festivos, el coche estaba terminado en aproximadamente dos años.
Comenzó por el chasis y diseño en forma de “Y”, al que fue acoplando diversos elementos fabricados por él mismo ó adquiridos en diferentes comercios. Así compró una docena de rodamientos a Repuestos Alicante por valor de 634 Pts., cinco cubiertas con cámara a Antonio Torres Murcia de Orihuela, importando 1180 Pts., cinco llantas de Vespa esmaltadas…y así hasta llegar a Industrias Reunidas Españolas que le suministró el 12 de agosto de 1955 un motor de 200 cc.
Adoptó algunas soluciones inusuales, como el arranque por medio de una polea que permitía hacerlo desde el interior.
Sin carrocería y con dos humildes cajones de madera como asientos, su orgulloso propietario fue a buscar a su entonces novia, que en la primera curva fue a parar a una acequia que bordeaba el camino, afortunadamente sin consecuencias.
La autentica puesta en escena fue un viaje entre Almoradí y Benidorm, sin carrocería ni matricula, en el que se pudo comprobar su fiabilidad.
Para la construcción de la carrocería se recurrió a Luís Martínez, primer chapista de Almoradí, que le dio forma a imagen de un “jeep” y utilizó viejos bidones de aceite de 200 litros para el suelo del vehiculo.
El microcoche, que resultó excesivamente ancho (se tuvo que estrechar), se completó con una capota de piel plástica, dos armazones forrados del mismo material que hacían de puertas y dos asientos.
Por fin, con un permiso de Industria y luciendo orgulloso sus placas verdes provisionales, el “biscouter” esperaba a los recién casados a la puerta del convite, para poner rumbo a Valencia….
El 27 de enero de 1958 se matriculaba definitivamente como A-20.881, después de pasar el control de Industria que le obligaba “a no volver a fabricar ningún otro vehículo de similares características”.
Durante nueve años fue el único medio de locomoción de la empresa (entonces Barreiros Diesel) y de dos familias, hasta la compra de un SEAT 600, que arrinconó al apodado por todos como “Biscouter”.
Trabajando al finalizar su jornada y hasta bien entrada la madrugada, los domingos y festivos, el coche estaba terminado en aproximadamente dos años.
Comenzó por el chasis y diseño en forma de “Y”, al que fue acoplando diversos elementos fabricados por él mismo ó adquiridos en diferentes comercios. Así compró una docena de rodamientos a Repuestos Alicante por valor de 634 Pts., cinco cubiertas con cámara a Antonio Torres Murcia de Orihuela, importando 1180 Pts., cinco llantas de Vespa esmaltadas…y así hasta llegar a Industrias Reunidas Españolas que le suministró el 12 de agosto de 1955 un motor de 200 cc.
Adoptó algunas soluciones inusuales, como el arranque por medio de una polea que permitía hacerlo desde el interior.
Sin carrocería y con dos humildes cajones de madera como asientos, su orgulloso propietario fue a buscar a su entonces novia, que en la primera curva fue a parar a una acequia que bordeaba el camino, afortunadamente sin consecuencias.
La autentica puesta en escena fue un viaje entre Almoradí y Benidorm, sin carrocería ni matricula, en el que se pudo comprobar su fiabilidad.
Para la construcción de la carrocería se recurrió a Luís Martínez, primer chapista de Almoradí, que le dio forma a imagen de un “jeep” y utilizó viejos bidones de aceite de 200 litros para el suelo del vehiculo.
El microcoche, que resultó excesivamente ancho (se tuvo que estrechar), se completó con una capota de piel plástica, dos armazones forrados del mismo material que hacían de puertas y dos asientos.
Por fin, con un permiso de Industria y luciendo orgulloso sus placas verdes provisionales, el “biscouter” esperaba a los recién casados a la puerta del convite, para poner rumbo a Valencia….
El 27 de enero de 1958 se matriculaba definitivamente como A-20.881, después de pasar el control de Industria que le obligaba “a no volver a fabricar ningún otro vehículo de similares características”.
Durante nueve años fue el único medio de locomoción de la empresa (entonces Barreiros Diesel) y de dos familias, hasta la compra de un SEAT 600, que arrinconó al apodado por todos como “Biscouter”.
Imprimir artículo
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Si te pareció interesante, no olvides comentarlo y compartirlo en tus Redes Sociales. Gracias.